En esta teórica seguimos observando fotografías tomadas a personas normales. Según iban variando los fotógrafos, los estilos y espacios iban variando, pero todos los rostros retratados compartían una expresividad gigante, que permitía que cualquiera de nosotros entendiera lo que estaba sucediendo en el momento que fueron registrados, o lo que ellos querían que nosotros pensemos que estaba pasando.
Las fotos que mas me interesaron fueron las de la sesión que el japonés Araki le hizo a su gato. Me parecieron fotos muy lindas, y un recuerdo excelente del animal, que luego falleció.
Gracias un poco a esta teórica y a lo explicado en el taller, pienso que me quedó un poco claro el nuevo trabajo. Espero poder haber entendido bien y lograr una buena entrega.
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